Montserrat es de tal naturaleza, que podemos decir sin temor a equivocarnos que ha sido un lugar venerado sin interrupción desde la antigüedad. El culto y la sacralidad de los enclaves no varían de lugar, han sido ya elegidos por sus características telúricas desde tiempos remotos, solo la forma, o formulas nuevas en las manifestaciones son las que se implantan según la Era de cada religión.
Asentamientos religiosos de varias denominaciones, a veces a cientos de kilómetros el uno del otro, yacían ocultos en los pliegues de las montañas, ayudados por un vasto sistema de cavernas que se sabía recorría el interior. Sus Centros Iniciáticos ocultos, en el interior de las cadenas montañosas, estaban cerrados al mundo exterior sin que nadie sospechara de su existencia, siendo buscados por los aspirantes al conocimiento de toda época.
Una red o corriente telúrica los recorre, llamada energía del dragón, o vibra o culebra, que existe bajo la superficie de nuestra Tierra. Creemos que los laberintos indicaban entradas estratégicas a estos Centros de culto de la Diosa Madre, códigos pictográficos legados desde la antigüedad por hombres y mujeres conocedores de otra realidad supra-física.
El laberinto hallado en la llamada Roca Foradada de Montserrat, mantiene un eje central bien definido, en cuyo alrededor pueden aún observarse las grandes espirales. En todos ellos, la energía dinamizadora vertical, une el cielo a la tierra, siendo su propósito invocar fuerzas estelares y terrestres de naturaleza magnética, para controlarlas mediante formas de magia natural. Por medio de la Ley de Correspondencia, la tierra podía convertirse en un reflejo de los cielos…
Los diseños mandalicos realizados en arena y los petroglífos laberínticos son una expresión religiosa universal de la humanidad que se encuentran en todo el mundo. Los laberintos unen los dos espacios, las dos realidades subyacentes al hombre.
Este laberinto, se encuentra esculpido (muy gastado por el tiempo transcurrido, obviamente) en una de las dos paredes de acceso al gran agujero triangular que es la propia Foradada, en la pared frontal-izquierda del propio triangulo. Habida cuenta la magnitud de diámetro del laberinto de Montserrat, se observa en la distancia y según la luz solar, como todas las tallas del Macizo, dentro de esta antigua cultura Solar, cuya visión depende de hora, día y estación del año. .
Los laberintos señalados como mandalas, a parte de los cometidos mágico religiosos, tenían funciones solsticiales, equinocciales, y en general, mostraban las entradas al interior del santuario sagrado, por eso se hallaban en el umbral de la gran caverna o templo subterráneo, representado por la divinidad ctónica, en el útero mismo de la tierra. Esa es la razón de las Vírgenes halladas en las cuevas, en el interior mismo de la Tierra, con el color de la oscuridad, el concepto de la transición y regeneración del hombre, representado por el color Negro. O sea, son Vírgenes Negras en las bocas de las cuevas. y el laberinto su símbolo tallado en la roca.
Fuente: Del libro “El Templo Abierto de Montserrat” (2017) – Carmen Maymó Vicente.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.